Soy escéptico a los sistemas o dogmas humanos: la ciencia moderna, las religiones, la metafísica y los sistemas políticos y económicos ¿En qué creo? He encontrado que en la duda sensata está la respuesta: Cogito ergo sum.

04 octubre, 2010

Dios no creó el universo, dice Stephen Hawking.



En su nueva obra, el físico y cosmólogo Stephen Hawking, bajo la más absoluta presunción y como una de las más graves sentencias humanas (quizá sólo comparable con lo que dijera alguna vez el filósofo Friederich Nietzsche) ha dicho que "la ciencia moderna, no da cabida a Dios como creador del universo", o en otras palabras "no hay Dios".

Stephen Hawking se ha caracterizado por su mente prodigio y su fortaleza como ser humano, ya que ha luchado desde joven con su padecimiento llamado la enfermedad de Lou Gehrig, un padecimiento neuronal-motor que lo ha ido deteriorando hasta la fecha, donde ahora solo habla por medio de un dispositivo electrónico. 
Ha publicado decenas de artículos y varios libros, donde ha teorizado acerca de los enigmas actuales con respecto al origen del universo, a los hoyos negros, la expansión del universo, la creación de galaxias y la posibilidad de vida en otro planetas, entre otros temas.

Hawking afirmó en su libro "The Grand Design" que:

"Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo y se creó de la nada. La creación espontánea es la razón de que haya algo en lugar de nada, es la razón por la que existe el Universo, de que existamos. No es necesario invocar a Dios como el que encendió la mecha y creó el Universo"

Negando categórica e indefectiblemente lo que en siglos pasados afirmaron mentes brillantes (próseres de lo que él hace ahora) como Pascal (1), Kepler (2), Galileo (3), Newton (4), Voltaire (5), Einstein (6), entre otros.

Veámoslo de una manera lógica. Es sabido que la filosofía es la madre de las ciencias. La física, llamada aún en tiempos de Newton como Filosofía Natural, es engendrada de la antigua filosofía clásica de los epicuros y estoicos, de Platón y Aristóteles. La lógica, cuyo padre es este último, como el camino objetivo para el "correcto razonamiento", ha evolucionado para convertirse en la base de los sistemas de conocimiento humano y del estudio de la epistemología, donde se fundamentan y sustentan todas las ciencias y sus ramas conocidas. 


Aunque sigue siendo una creación humana, la Lógica dicta la forma en la que el científico debe llevar sus teorías para que sean sustentables y verosímiles, de manera que puedan ser convertidas luego del correspondiente proceso (método científico) en leyes científicas, universalmente aprobadas, pero perfectibles dentro del propio sistema. Así que, como la Filosofía engendró a la Matemática, esta luego a la Física, de la cual, una de sus ramas es la Cosmología (donde Hawking teoriza), debería sustentarse siempre bajo la Lógica. Es lógico. Luego todo lo que la Lógica dicte como válido puede aplicarse a otro sistema (la Física), el cual adopta la(s) premisa(s) siempre y cuando no sean contradictorias o independientes del sistema, haciéndolo más firme y "estable". Ahora bien, siempre el hombre, bajo la Lógica, se ha cuestionado acerca del origen de las cosas, en nuestro caso, del universo. Pero este hecho es algo que ni la propia ciencia puede determinar pues se trata de un acontecimiento (según la Física moderna) sucedido hace más de 8 000 millones de años y sólo una vez. Este principio del universo o Big Bang es evidentemente irrepetible, por ende, no podría ser objeto de estudio de las llamadas "ciencias de los hechos", donde habita la Física como ciencia fáctica; sino que cabría este estudio dentro de lo que llaman "ciencia de los orígenes", que estudia los hechos pasados, no comprobables en un laboratorio, irrepetibles y un tanto discutibles y especulativos. He ahí el primer error, esto es, incluir al estudio del origen del universo dentro del campo de las "ciencias de los hechos", cuando debería incluirse dentro del campo de estudio de la "ciencia de los orígenes".

Segundo, algunos postulados y argumentos de filósofos como en Liebniz y Russell -este último, ateo-, manifiestan la existencia de un "Ser necesario", es decir, contingente (7); que es increado, incausado y eterno, que causó y dio origen a todas las cosas (el cosmos). Es decir, que ya de manera lógica, dentro de la propia filosofía se acepta la existencia de ese "Ser necesario" (llamémosle Dios), pero en una rama que estudia equivocadamente hechos irrepetibles, asegura que no es necesario tal Ser necesario que originó todo lo demás. Lo cual es evidentemente una paradoja, pues dentro del mismo sistema hay dos premisas mutuamente excluyentes, luego, alguna de las dos no es válida. La primera, en efecto ha sustentado todo lo demás pues ha sido indubitablemente, uno de los problemas más importantes de la filosofía (ya resuelto en teoría), y por consiguiente, negarlo para aceptar una nueva postura inescrutable como lo es (y será siempre) el origen del universo, no es lógico (ni cuerdo). Por tanto, si negamos esta nueva, existiría al equilibrio que existe y ha existido desde que se emitió la propuesta de este "Ser necesario", en nuestra filosofía, tal y como la conocemos en la actualidad. Podemos entonces concluir que lo que Hawking afirma es una falacia, pues es un argumento aparentemente válido (sin pruebas fehacientes) pero que es completamente incorrecto.